COM UN SOMNI...

COM UN SOMNI...

lunes, 28 de febrero de 2011

Caminante, son tus huellas
el camino y nada más;
Caminante, no hay camino,
se hace camino al andar.
Al andar se hace el camino,
y al volver la vista atrás
se ve la senda que nunca
se ha de volver a pisar.
Caminante no hay caminos sino estelas en la mar.

2 comentarios:

  1. que gran!

    (Haïssa)

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  2. En realitat es més gran encara... no acaba ahí...

    Un día d'un estiu calurós anant al Mondúber amb Tom bombadil i amb John Wayne, amb un paper entre les fulles d'una llibreta a la motxilla, al qual hi havía escrit:

    Caminante no hay camino,

    Todo pasa y todo queda,
    pero lo nuestro es pasar,
    pasar haciendo caminos,
    caminos sobre el mar.

    Nunca persequí la gloria,
    ni dejar en la memoria
    de los hombres mi canción;
    yo amo los mundos sutiles,
    ingrávidos y gentiles,
    como pompas de jabón.

    Me gusta verlos pintarse
    de sol y grana, volar
    bajo el cielo azul, temblar
    súbitamente y quebrarse...

    Nunca perseguí la gloria.

    Caminante, son tus huellas
    el camino y nada más;
    caminante, no hay camino,
    se hace camino al andar.

    Al andar se hace camino
    y al volver la vista atrás
    se ve la senda que nunca
    se ha de volver a pisar.

    Caminante no hay camino
    sino estelas en la mar...

    Hace algún tiempo en ese lugar
    donde hoy los bosques se visten de espinos
    se oyó la voz de un poeta gritar
    "Caminante no hay camino,
    se hace camino al andar..."

    Golpe a golpe, verso a verso...

    Murió el poeta lejos del hogar.
    Le cubre el polvo de un país vecino.
    Al alejarse le vieron llorar.
    "Caminante no hay camino,
    se hace camino al andar..."

    Golpe a golpe, verso a verso...

    Cuando el jilguero no puede cantar.
    Cuando el poeta es un peregrino,
    cuando de nada nos sirve rezar.
    "Caminante no hay camino,
    se hace camino al andar..."

    Golpe a golpe, verso a verso.

    *para los poetas no hay pena más grande que morir en el exilio: Antonio Machado, En la tarde del día 28 llega finalmente a Collioure (Francia), en donde muere el día 22 de febrero en el Hotel Bougnol-Quintana. A los tres días, fallece su madre. En el bolsillo de su abrigo se encuentra un último verso: "Estos días azules y este sol de la infancia"

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